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ALIAS: 11
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NACIONALIDAD: Alemana
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EDAD: Veinte y tantos
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EXPEDIENTE PSICOLÓGICO: Tendencias sádicas y agotada trabajadora. SPECTRE juega un rol fundamental en la personalidad de Brandt, no solo por marcar su lealtad sino, también, por subestimar y cargarla con misiones casi imposibles. Brandt debe cumplir no solo con sus deberes pero también con los de su jefe: una función poco fácil, ya que a Osato usualmente se le otorgan objetivos bastante grandes, como por ejemplo el asesinato del agente 007 de la MI6. Esta sobrecarga se acumula en su psiquis así que, cuando se le culpa por la supervivencia de James Bond, Helga Brandt se indigna y refuta que alguno de los agentes de números superiores debió haber realizado esa tarea.
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TÁCTICA PREFERIDA: La tortura, ya que sus superiores de Spectre la suelen utilizar para hacer el trabajo sucio es a lo que está acostumbrada. Brandt ve la tortura de tres maneras: la física, la emocional, y la física y emocional. ¿Su favorita? La última. Disfruta tentar a James Bond con avances sexuales acompañados y adornados de una amenaza a ser cortado como cuerpo en la morgue.
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ESTADO ACTUAL: Muerta.
ANTECEDENTES
Una mujer siempre a la marcha, Helga Brandt es la fiel y dedicada secretaria del Señor Osato. ¿Qué tan dedicada? Pues, sigue sus pasos y también trabaja, sobre todo, para SPECTRE. Junto con el Señor Osato, ambos están bajo la misericordia de Ernst Stavro Blofeld, el despiadado fundador de la organización. Ernst Stavro Blofeld ordena al Señor Osato el asesinato del “Señor Fisher” (que es realmente James Bond disfrazado), y Osato se aprovecha nuevamente de su asistente pasándole la tarea a ella. La ejecución de su deber se complica una vez conoce al atractivo Señor Fisher y no tardan mucho en encender una chispa entre ellos. No logra matarlo en su primer encuentro así que llama a unos sicarios de SPECTRE para que le intercepten al salir del edificio, pero fallan. Luego, decide sacar su lado egoísta y divertirse con su misión, escogiendo un método todavía más peligroso: la seducción. Entre beso y beso, Bond intenta convencer a Brandt de traicionar a su jefe y ayudarle a escapar a Japón. Brandt parece resistirse a las propuestas del enmascarado agente 007 (ambas propuestas son indecentes: la traición a su jefe tanto por ayudar al enemigo a escapar y de remate acostarse con él). Brandt cae en la tentación y termina entregándose a él tanto como aliada y amante. Sin embargo, Bond no cae en cuenta de que Brandt es caprichosa y no dejaría de lado su lealtad a SPECTRE, así que, cuando ella ya lo ha usado para satisfacer sus necesidades, vuelve a intentar quitarle la vida de una forma todavía más caliente que la anterior. Mientras vuelan en un avión piloteado por Brandt, ella explota una bomba sutilmente escondida en su labial rojo tono peligrosa pasión. Ella escapa con un paracaídas, asumiendo ingenuamente que su misión ha sido ejecutada a la perfección. Por más complots elaborados e indirectos que la agente 11 intente para acabar con la vida de 007, este se las apaña para escapar de cada una de ellas. Es entendible la sorpresa de Brandt al enterarse de que el Señor Fisher no era quien aparentaba ser, y es también entendible su temor al darse cuenta de que al ser un agente doble cero, su escape de la muerte era casi asegurado. Al trabajar para una organización tan despiadada como SPECTRE, el fallo en su misión supone pena de muerte y es deborada por pirañas.