-
NACIONALIDAD: Británica
-
EDAD: Veinte y tantos
-
EXPEDIENTE PSICOLÓGICO: Egoísmo, narcisismo, complejo de superioridad. Miranda Frost siempre tiene que ser la mejor. ¿Muere un contrincante? Pues que mal por él pero qué bien para Frost. ¿Mata a un contrincante? Oops, fue sin querer queriendo. Es extremadamente egoísta, no trabaja ni para M ni para Graves. Solo le interesa ella. Cualquier otra alianza es un mero fin para estar a gusto con ella misma.
-
TÁCTICA PREFERIDA: El combate cuerpo a cuerpo, al fin y al cabo ganó una medalla de oro en las olimpiadas de Sydney del 2000 por su talento en la esgrima. No se le da bien congeniar con desconocidos, es una mujer de pocas palabras. Eso sí, hace que cada palabra valga la pena. Es por esto que es una excelente publicista. Sabe exactamente qué decir.
-
INVENTARIO: Un par de pendientes de diamantes, una katana y un vestido fácil de quitar.
-
ESTADO ACTUAL: Muerta
ANTECEDENTES
Miranda Frost es una mujer que no permite que nada ni nadie se interponga entre ella y su objetivo. Prueba #1: Es una desquiciada esgrimista, sus contrincantes terminan ya sea muertos o por lo menos gravemente heridos. Prueba #2: al quedar en segundo lugar en las Olimpiadas de Sydney, no le molesta cuando Gustav Graves asesina a la verdadera ganadora. Así que Miranda da su lealtad a Graves. Prueba #3: bajo la orden de Graves, debe acercarse a Bond y ganarse su confianza. Por ende, cuando M le pide que acompañe a James Bond en su misión para derrocar a Gustav Graves y sus aliados norcoreanos, Frost no duda en aprovechar la oportunidad. Prueba #4: Su porte y elegancia le ayudan a enfocar los ojos de Bond solamente en ella, y no cesa en hacerse la difícil para mantener su atención. Prueba #5: bajo la necesidad de mandar a Bond con una evidente desventaja, como cordero al matadero, se acuesta con él y retira las balas de su pistola (cabe destacar que esta tarea la desempeña con bastante entusiasmo). Prueba #6: le gusta ser la mejor en todo, no solo en esgrima sino, también, con los hombres. Le molesta que Jinx se haya metido con el agente 007, así que ambas llevan su desagrado a un combate físico. Egocéntrica y traidora, una combinación asesina. Parece ser dulce, carismática, y con buenas intenciones: de esas que no matarían ni a una mosca. Sin embargo, cuando Bond tiene a Graves a punto de pistola y espera que Frost se ponga de su lado, ella, más bien, apunta su arma contra 007. Poco se sabe de esta mujer, pero se conoce lo suficiente para saber que con ella no se mete.